[Cine] La Guerra de los Mundos

A principios de 1939, H.G. Wells conducía su coche por San Antonio (sí, de donde esos que han ganado la NBA este año), cuando se detuvo para preguntar a un peatón si podía indicarle una dirección. El peatón resultó ser un tal Orson Welles (no, no eran parientes), que en la noche de Halloween de 1938 había dirigido la famosa adaptación radiofónica de “La Guerra de los Mundos”. Millones de oyentes creyeron que se trataba de una invasión marciana real y cundió el pánico en todo el país. Existe una grabación radiofónica en la que Wells y Welles conversan sobre este tema.

Como he explicado antes, “La Guerra de los Mundos” fue la primera historia en la que se trataba el tema de la invasión extraterrestre. En ella aparecían seres de otro planeta, tecnológicamente más avanzados que los humanos, que se veían forzados a abandonar su mundo agonizante. Su objetivo era conquistar la Tierra para explotar sus recursos. ¡Ah!, y el plan incluía exterminarnos a todos.
La primera adaptación cinematográfica de “La Guerra de los Mundos” fue dirigida por Byron Haskin en 1953. Era una versión americanizada (cambiaba la Inglaterra de finales del s.XIX de la novela por los Estados Unidos de mediados del s.XX), con más acción y menos reflexiones que la novela, pero mantenía el punto más importante de la trama: el sobrecogedor final de H.G. Wells. Su otra gran baza fueron los efectos especiales, bastante buenos para la época.


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Medio siglo y varios miles de películas similares (¡ya quisieran ellas!) después, llega una nueva versión a nuestras pantallas, esta vez de la mano de Steven Spielberg, el “rey Midas” de Hollywood, que vuelve a contar con el mediocre Tom Cruise después de salir airoso de la estupenda “Minority Report”. Le acompañan Dakota Fanning (“Taken”, “El Escondite”), una niña que dará mucho que hablar, ya que tiene la costumbre de “comerse” a todos sus compañeros de reparto (que le pregunten a Robert De Niro), aunque el doblaje intente torpedear continuamente su buen hacer; Justin Chatwin (“Taken”, “Vidas Ajenas”); Miranda Otto (la Éowyn de “El Señor de los Anillos”); y Tim Robbins. Como homenaje a la película de 1953, aparecen Gene Barry y Ann Robinson, que en aquella ocasión interpretaban a la pareja protagonista. A sus 84 y 70 años, hacen un cameo como suegros de Tom Cruise.


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Producida en un tiempo récord (preproducción, rodaje y postproducción apenas han llevado unos 10 meses), la nueva adaptación cuenta con guión de David Koepp (“Misión Imposible”, “La Habitación del Pánico”, “Spiderman”), un señor que suele tener buenas ideas, pero que no siempre logra desarrollarlas lo suficiente como para llenar el metraje de una película. Este era mi principal temor antes de ver la película, porque el póster era genial, pero el trailer no aclaraba gran cosa.
Ambientada en la época actual, Spielberg nos ofrece una visión más personal de la historia de H.G. Wells, centrándose en la lucha de un padre por salvar a sus dos hijos, con un Tom Cruise cuyo papel recuerda enormemente al de “Minority Report”, más serio y controlado de lo que es costumbre en él. No aparece ningún centro de mando militar, ni la Casa Blanca, ni el Pentágono, ni nada que guarde relación con las altas esferas. Sencillamente empezamos el día con un señor que se dispone a pasar unos días con sus hijos, cuando de repente empieza la fiesta y hay que salir corriendo. No nos separaremos de él en toda la película.
Durante la huida de los protagonistas, asistimos a un es-pec-ta-cu-lar despliegue de efectos especiales, donde se recuperan los trípodes característicos de la novela (en lugar de los artefactos voladores de 1953), con su letal rayo calórico. Una demostración bastante impresionante de su poder destructivo es la que tiene lugar tras la aparición del primer trípode (probablemente la mejor escena de la película, desde el punto de vista técnico). También podemos destacar el ataque al ferry y el derribo de un trípode hacia el final de la película.

Pero no todo son efectos, porque Spielberg trata además uno de sus temas predilectos: familia rota, es decir, padres divorciados con hijos. Aquí tenemos los típicos enfrentamientos puntuales entre un padre y su hijo mayor. Nada que no hayamos visto antes. El “rey Midas” también aprovecha para dar muestras de su habilidad en el manejo de la intriga, como se puede apreciar en la escena del sótano donde Tom Cruise y Dakota Fanning se ocultan junto a un inquietante Tim Robbins, siendo hostigados por una cámara alienígena primero y por los propios extraterrestres después (otro guiño a la peli de 1953). Precisamente en ese sótano es donde Tim Robbins tiene varias frases lapidarias, algunas de ellas dedicadas a su querido amigo George W., en un papel que recuerda ligeramente al soldado de la novela (aunque bautizado con el nombre del astrónomo que aparecía en la misma, Ogilvy).
Al final tenemos una película de duración estándar, con escenas de acción e intriga bastante bien dosificadas, y con unos efectos especiales de altísima calidad. Es de agradecer que se trate de un auténtico remake, de esos donde se cogen el prólogo y el epílogo del original y se desarrolla una nueva versión de la historia, con algún guiño ocasional a la primera película (como esa escena del sótano que acabamos de mencionar). Por supuesto, se mantiene el final de H.G. Wells, amén de otros detalles, como las costumbres gastronómicas de los marcianos.

Que nadie se llame a engaño. “La Guerra de los Mundos” de Steven Spielberg no es una gran película, pero tampoco lo pretende. Es sencillamente una buena película de ciencia-ficción, cuya principal misión es entretener, utilizando como baza principal los efectos especiales. En el estado actual de las cosas, parece la única película capaz de disputarle el Oscar en este apartado al Episodio III de “La Guerra de las Galaxias”, en un duelo donde Industrial Light&Magic se enfrenta a sí misma. Mientras ese día llega, Steven Spielberg ha vuelto a contar con Tom Cruise, y de nuevo ha tenido éxito. 2 de 2. ¿Seguirá el “rey Midas” tentando a la suerte? De momento tiene una agenda bastante apretada: una película sobre el asesinato de atletas israelíes por parte del grupo “Septiembre Negro” en los juegos olímpicos de Munich ’72, la eternamente pospuesta cuarta entrega de Indiana Jones, y un bio-pic de Abraham Lincoln con Liam Neeson como protagonista son actualmente sus próximos proyectos.
Lo más curioso es que, transcurrido más de un siglo desde la publicación de la novela, aún no se haya realizado una adaptación medianamente fiel al texto original de “La Guerra de los Mundos”, empezando por la ambientación (la Inglaterra de finales del s.XIX) y siguiendo con las naves cilíndricas. Bueno, en realidad se rodó una en verano del 2004, pero se hizo en plan barato (un mes de rodaje) y el resultado es tremendamente chapucero. Lo que sí os puedo recomendar es el volumen 2 del cómic “La Liga de los Hombres Extraordinarios”, donde Alan Moore nos ofrece su particular visión de la historia de H.G. Wells.
© Zineman
Etiquetas: Cine
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