[Cine] Space Cowboys

Allá por las navidades de 1999, en plena psicosis milenarista, mayoritariamente concentrada en el puñetero efecto 2000, me encontraba leyendo un reportaje sobre los estrenos previstos para el año siguiente. Dos palabras llamaron inmediatamente mi atención: “Space Cowboys”. Seguí leyendo: Clint Eastwood, Tommy Lee Jones, Donald Sutherland, James Garner, James Cromwell. La idea: algo así como “Armageddon” con el reparto de “Cocoon”. Aún estaba decepcionado por “Ejecución Inminente” (es una peli muy normalita, a Eastwood hay que exigirle bastante más), pero su nuevo proyecto no tenía mala pinta.
La historia de “Space Cowboys” comienza en 1958 (con el blanco y negro de rigor, aunque en tonos azulados). Frank Corvin, William “Hawk” Hawkins, Jerry O’Neill y Tank Sullivan son cuatro jóvenes pilotos, lo mejor de lo mejor de la aviación estadounidense. Forman el Equipo Daedalus, y se están entrenando para ser los primeros en viajar al espacio. En el último momento, se anuncia por sorpresa la fundación de un nuevo organismo, la NASA, que asumirá las competencias del programa espacial de los Estados Unidos. Las nuevas directrices incluyen sustituir a los pilotos por chimpancés. El sueño espacial de los cuatro amigos se derrumba.

Cuarenta años después (ya se ha inventado el color), el destino les brinda una segunda oportunidad. Un satélite ruso de comunicaciones ha sufrido una avería en su sistema de guiado, y caerá sobre la superficie terrestre en poco más de un mes. Dada la antigüedad del aparato, la tecnología empleada por los rusos está completamente obsoleta, de modo que los ingenieros de la NASA carecen de los conocimientos necesarios para resolver el problema. Su única opción es recurrir al diseñador del sistema: Frank Corvin.
Corvin aprovecha la ocasión para vengarse de su antiguo jefe, Bob Gerson, actualmente director de proyectos en la NASA: le ofrece su ayuda con la condición de que el Equipo Daedalus sea asignado a la misión. Los cuatro amigos comienzan un intensivo programa de entrenamiento, reviviendo su antiguo sueño y aferrándose a su última oportunidad de convertirlo en realidad.
El reparto está encabezado por Clint Eastwood, que también dirige y produce la película, en el papel de Frank Corvin. Tommy Lee Jones (Hawk), Donald Sutherland (Jerry, un personaje inicialmente pensado para Sean Connery) y James Garner (Tank, cuya primera opción era Jack Nicholson) completan el Equipo Daedalus. En el bando de la NASA tenemos a James Cromwell (Gerson), acompañado por Marcia Gay Harden, que interpreta a la doctora Sara Holland, y William Devane, el director de misión Eugene Davis. Loren Dean y Courtney B. Vance son los astronautas de apoyo Ethan Glance y Roger Hines. Me gustaría destacar también el buen trabajo de Toby Stephens como el joven Corvin, clavando las expresiones faciales de Clint Eastwood hasta el punto de conseguir un parecido asombroso. En la versión original, puede apreciarse que incluso imita bastante bien la voz de Eastwood (no, no me refiero a Constantino Romero). En la foto podéis ver a Toby Stephens (izquierda), Clint Eastwood hace unos treinta años (centro) y Clint Eastwood en la actualidad (derecha).

“Space Cowboys” se divide en dos partes bien diferenciadas. La primera corresponde a la instrucción de los cuatro amigos, y tiene un alto componente de comedia ligera. La segunda se centra en la misión espacial, y lógicamente es mucho más seria. La mezcla es bastante hábil, y no constituye precisamente una película de ciencia-ficción. Si miramos más allá de las risas y de la acción, podemos apreciar cierto tinte reivindicativo, algo así como un “¡Eh, que estamos aquí!” de la vieja guardia. Es un voto que Clint Eastwood renovó en la última entrega de los Oscars, durante su discurso de agradecimiento tras recoger el premio al mejor director por “Million Dollar Baby”:

Las interpretaciones son estupendas, hasta el punto de convertir una historia a primera vista disparatada en algo medianamente verosímil (en la medida de lo posible, claro), y es que da la impresión de que los cuatro actores vuelcan gran parte de sí mismos en sus personajes. Tampoco se les ha olvidado actuar. Por ejemplo, tenemos la escena en la que Donald Sutherland se come un plátano mientras prueba una montaña rusa. En realidad, el actor nunca había montado en este tipo de atracciones, y a alguien se le ocurrió la idea de que se comiera un plátano para dar mayor sensación de naturalidad. Aquel día, Donald Sutherland vomitó cinco plátanos.

La película ocasionó una gran división de opiniones, tanto entre el público como entre la crítica. Algunos acusaron a Eastwood de pasarse al cine facilón y comercial, mientras otros conectaron perfectamente con la historia y alabaron la capacidad del director para reírse de todo, empezando por sí mismo. Hay quien ve en “Space Cowboys” un western galáctico (empezando por el título): cuatro camaradas, peleas en bares, tipos buenos y tipos malos, las chicas esperando a su vaquero, el cachondísimo epílogo (que no desvelaremos aquí) con la música de Sinatra de fondo, etc. Su parte de razón tienen.
Para mí, el trabajo de Eastwood se basa en la artesanía, y no abusa de los efectos especiales en ningún momento. En otras palabras, entre el mucho ruido del cine de los últimos años, “Space Cowboys” es una de las pocas nueces. Probablemente no es una de las mejores películas de Clint Eastwood, pero desde luego es una de las más simpáticas.
© Zineman
Etiquetas: Cine
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