[F-1] Crónica Bahrein

Por fin terminó la espera. Ya estaba siendo excesiva. Siempre me pasa igual, por mucho que me repito que hay que tener paciencia, que son sólo 5 meses, se me acaba haciendo larguísimo. Es fácil hasta Navidad, pero a partir de ahí los coches empiezan a rodar, a hacer pruebas, a petar motores... y el tiempo se ralentiza de un modo espectacular. Eso sí, este año ha sido un comienzo raro: sin madrugar a las 4 de la mañana, con una pizza fría y un café como resistencia, parece que falta algo. Y bueno, el entorno del circuito de Melbourne es como de otra galaxia comparado con Sakhir (en realidad es Sakhir el que parece de la Guerra de las Galaxias con tanto desierto), qué le vamos a hacer. El caso es que este año empezábamos con resaca en lugar de sueño, no sé qué prefiero.

Sakhir no es mal sitio para empezar, de todas formas. Un circuito amplio, con muchas trazadas posibles, curvas complicadas... a mucha gente no le gustan los circuitos de Tilke, pero lo que no puede negar nadie es que siempre se ven buenas carreras en ellos. Quizá porque no hace falta hacer la maniobra del siglo para conseguir adelantar, imagino. En la primera carrera de la temporada eso está bien, por dos cosas: lo primero, ayuda a que nos enganchemos. Lo segundo, porque ayuda a ver bastante mejor dónde está cada uno que si van en procesión de Semana Santa. Si a eso le añadimos la ya tradicional rotura de Raikkonen y su consiguente remontada, el espectáculo está garantizado.

Está medianamente claro que este año nos lo vamos a pasar bien. Y por mucho que nos hubiéramos podido temer un espectáculo ridículo por la adopción de los V8, lo cierto es que los equipos se han gastado un pastizal importante (¡buena idea, Max!) para hacer que los chismes corran. Y vaya que si corren. Pero además, seguramente porque todos están aún en pañales en el desarrollo, están todos bastante más igualados de lo que cabía esperar. Así a bote pronto se me ocurre que Renault, Honda, Ferrari, McLaren, Red Bull y Williams tienen posibilidades reales de podio en una carrera, lo que ya está muy bien. Eso sí, en los entrenamientos ya quedó claro que hay quien ha hecho los deberes mejores que otros. Es más, si uno sólo hubiera visto las dos primeras tandas de la calificación del sábado, hubiera dicho que Rinol iba a ganar con la mano atada a la espalda. Luego resulta que se ha sabido que Alonso las pasó moradas por la afición de su equipo a hacer una salida de sobraos, una vuelta y para casa. "La calificación fue muy estresante", afirmó el ínclito. Parece Manquiña en "Airbag". Y eso que para entonces ya había perdido por el camino a Raikkonen, que se estaría acordando de su antiguo sponsor Loctite (no es broma, no).

Lo cierto es que en la última tanda se lió todo. Los que se las prometían muy felices con Alonso se hicieron cacota. Los ferraristas cabizbajos se pellizcaban mutuamente ("¡Hasta Massa, hasta Massa lo ha hecho bien!" decía uno incrédulo a mi lado, eso es tener fé, sí señor). Y a los que hasta entonces nos había gustado el formato de calificación aún a costa de que nos diera un telele de nervios, nos aburrimos soberanamente durante 15 minutos... para volver a emocionarnos en los 5 últimos. Ríos de tinta han corrido en foros de todo el mundo sobre el tema, cómo se nota que había mono de carreras. El caso es que Alonso no pudo volver a hacer la vuelta de sobradete, y se le colaron tres coches: Schumacher, Massa y Button. Al final se le veía un poco mosca, aunque algo más tranquilo pensando que llevaba bastante más chofla. Eso mismo pensé yo, pero al final resultó que no llevaba tanta más... La calificación dejó claras también otras cosas: que los Toyota están muy verdes pese a invertir cantidades brutales de dinero, lo que demuestra que el presupuesto no lo es todo (y que la cabeza de Gascoyne peligra como no se pongan las pilas); que los V10 limitados de Toro Rosso (SuperAguri tiene otras "cosillas" que solucionar) iban a dar que hablar (y lo que queda); que Villeneuve y Coulthard tienen la cabeza más bien en la jubilación (a no ser que demuestren lo contrario en próximas carreras); que los Midland son realmente ramplones y lo van a pasar mal cuando SuperAguri saque el coche nuevo; y que Fisichella está hundiendo su apolínea figura corriendo con Alonso. Esto último de Fisichella era especialmente lamentable por la escena "Manolo & Benito" viéndole con el retrovisor medio colgando.

La noche debió de ser divertida, porque a falta de pit babes neumáticas (y no porque las patrocine Pinchelín, no) y champán del bueno (ahora que lo pienso, Irvine hubiera llevado realmente mal lo de correr aquí), resulta que se entretuvieron con que si Ferrari tenía un alerón flexible o no. Eso tampoco podía faltar, claro. Aún recuerdo la polémica con el alerón flexible de Renault el año pasado, o los deflectores de 2 mm más de lo debido de Ferrari hace unos años. Cuestiones ingenieriles, pero ellos se lo pasan pipa. Más les hubiera valido invertir en un café para Massa en Ferrari en vez de en tanto alerón flexible, porque al día siguiente lo iba a agradecer. En fin.

Total, que nos levantamos (resaca versión 2.0) para el espectáculo. Toneladas de café y el calvo pegando voces en la tele. Estoy teniendo un dejá vu. Despliegue de medios que ríase usted de las Unidades Móviles de TVE. Portátil con las news, el messenger y el timing oficial de la FIA por un lado, con el WiFi echando humo (pero por el eMule, claro). La tele por otro lado, con el mando a mano. El teléfono con los SMS. El café. La pizza. Tremendo. Así es imposible aburrirse incluso en la carrera de Hungría. Empiezan los reportajes del previo, están bien. Alonso que se baja del coche y le confiesa a Lobato que va sobrao. Vale. Veremos. Cuando se ponen los coches en parrilla, tengo la adrenalina a tope, cualquiera que me vea pensará que estoy loco.

Arrancan. Salida limpia, hay más miedo que vergüenza, sólo un trompete de un coche blanco (que como son unos aguilillas, no soy capaz de distinguir entre BMW, SuperAguri y alguno más). Massa ha cerrado bien a Alonso, pero sale con la torrija puesta y le abre la puerta en la curva siguiente. Ahí perdió la carrera Schumacher (aunque luego en la rueda de prensa salió con lo típico, que si son once contra once, no hay rival pequeño...). Acúerdense de lo que comenté antes del café de Massa. Por detrás, salida para llorar por las esquinas de Button, y tremenda remontada de Raikkonen. Me hubiera gustado ver el slalom entre los SuperAguri. Fisichella que pone el modo "paseando a Miss Daisy" porque le comentan desde boxes que el coche está tocado, algo de lo que ya se había quejado Fisico el día anterior y pasaron de él. Por si alguien aún era escéptico sobre el trato que se iba a dar a Fernando.

El cachondeo se desata en los televidentes al ver que un Toro Rosso (recordemos, un Minardi del año pasado) pasa a un Red Bull, Liuzzi está que se sale. Más cachondeo habrá después cuando Liuzzi (sí, lo que venía siendo un Minardi) defiende la posición ante el Ferrari de Massa. Menos mal que han cambiado la decoración negra de Minardi, porque si no, a algún ferrarista despistado le podía dar un pachunguillo. Está claro que los V10 limitados darán que hablar, y seguro que en Malasia ya andarán bastante menos. Decía Norbert Haug que podían acabar en el podio. Al final no ha sido para tanto, pero sí que han achuchado mucho.

A lo que voy, que me pierdo. Si Massa llegó a estar donde llegó, fue porque primero quiso emular a Sato haciendo un strike con Alonso, y luego se lió la marimorena en boxes. Independientemente del tema de los boxes, del que no tiene la culpa, Massa ha hecho una carrera floja en comparación con su compi Schumi, y ya se puede poner las pilas porque para Ferrari es importante el campeonato de constructores, así que tiene que acabar las carreras en los puntos. Intentar atacar a Alonso desde tan lejos (recordemos que el melenudo no es precisamente un Trulli cerrando huecos), es como pretender que Lobato no mencione el tema del jersey de Jean Todt. Y la sombra de Rossi es alargada.

Uno que debe tener una depresión de caballo es Montoya. El chaval no acaba de hacer buenas carreras, y la de hoy tampoco ha mejorado. Al principio se ha pegado con Button y ha palmado, aunque recuperó la posición por la estrategia de repostajes. Luego volvió a palmar en el segundo stint con Button, pero es que también le pasó Raikkonen, con el mismo coche y que, recordemos, había salido último. Desde luego si quiere quedarse en McLaren no empieza muy bien. Si Ron quiere tener una pareja de pilotos prometedora el año que viene, podría fichar a Nico Rosberg para acompañar a Alonso. Igual luego la cosa se queda en agua de borrajas, pero la actuación de hoy ha sido impresionante. En los puntos con un Williams-Cosworth que pinta bien, incluso después de 3 pit stops, habiendo marcado la vuelta rápida en carrera y con un recital de adelantamientos. Y es su primera carrera en F-1, nada menos.

En fin, que así fue el tema hasta el segundo repostaje, donde por fin y por los pelos de las greñas Alonso le quitó el primer puesto a Schumi, defendiendo perfectamente la posición por el interior. La clave estuvo en esas 3 vueltas más de combustible que Alonso tuvo en los dos primeros stints, y la falta de punch de Massa cerrando puertas a Alonso en el inicio de carrera. Al final van a echar de menos a Barrichello, al tiempo... A partir de ahí no hubo mucho más en cabeza de carrera, salvo un intento "por probar", como reconoció en la rueda de prensa, de Schumi, y la diferencia se mantuvo constante en 1 segundo hasta el final. Más interesante estuvo lo de la tercera plaza, con Raikkonen llegando desde atrás, y la pelea por los puntos de Rosberg, con vuelta rápida incluída. Y bueno, SuperAguri, que nos va a dar muchas alegrías este año, con Ide liándola en boxes, Sato haciendo 6 paradas (estarán practicando repostajes o algo), etc.

Esta primera carrera ha dejado un gran sabor de boca. El de lo que parece una temporada muy competida. El de un Alonso que parece igual de concentrado que el año pasado, compitiendo con un enorme Schumacher y un increíble Raikkonen. El de un GP con adelantamientos y emoción desde el primer entrenamiento hasta la línea de meta del domingo. El de una nueva incorporación que lo ha bordado, como Nico Rosberg, y otra gente que lo ha hecho genial subiéndose por las paredes, como Klien. También hay sitio para las decepciones, como Montoya, Fisichella, Villeneuve o todo el equipo Toyota.

En siete días tenemos una nueva referencia, y en un circuito, Malasia (Sepang), de los que despejan dudas, otro de los de Tilke. Otro de esos en los que si eres más lento dificilmente aguantas más de tres curvas con un tío pegado. Curiosidad por saber si el rendimiento del 248F1 tiene que ver con su potencial o con las horas de entrenamientos en Sakhir. Curiosidad por saber si Raikkonen llegará a la parrilla y hará un GP completo. Por ver cómo afrontan los entrenamientos esa vez, con la experiencia que dan éstos. Por ver si Rosberg y Klien confirman lo que han mostrado aquí. Y todo ello, con el añorado madrugón. En fin, siete días, siete noches.

Comienza (otra vez), la cuenta atrás.

© Danielowski