[Cine] World Trade Center vs. United 93

Este verano nos hemos prodigado poco por las salas de cine, pero hoy hacemos un experimento algo extraño: vamos al cine por partida doble y vemos dos películas sobre el mismo tema.

El 11 de septiembre de 2001 es una fecha marcada a fuego en el calendario de la Historia. Entre las 8:00 y las 8:41 de la mañana (hora de Nueva York), cuatro grupos de terroristas islámicos perfectamente coordinados secuestraron otros tantos aviones: los vuelos 11 y 77 de American Airlines, y los vuelos 175 y 93 de United Airlines. A las 8:46, el AA11 se estrellaba contra la Torre Norte del World Trade Center. A las 9:03, el UA175 se incrustaba en la Torre Sur. A las 9:37, el AA77 impactaba en el Pentágono. A las 9:59, la Torre Sur del WTC se derrumbaba. A las 10:28, caía la Torre Norte.

En el interior de este último edificio se encontraba el sargento John McLoughlin, al mando de un equipo de cuatro agentes de la Autoridad Portuaria de Nueva York que se habían desplazado hasta el WTC para colaborar en las tareas de evacuación. Tras el derrumbe, sólo McLoughlin y los agentes Dominick Pezzulo y William Jimeno seguían con vida, aunque estaban atrapados entre los escombros. Pezzulo consiguió liberarse y se dispuso a ayudar a Jimeno, pero un nuevo derrumbe lo hirió gravemente. Murió poco después, no sin antes disparar su arma, en un intento por revelar su posición a un hipotético equipo de rescate. Tras 12 horas atrapado, Jimeno fue rescatado. McLoughlin pudo ser evacuado 10 horas más tarde.



Aquel día fallecieron 2973 personas: 2602 en las Torres Gemelas y alrededores, 125 en el Pentágono y 246 en los cuatro aviones secuestrados. Entre los fallecidos en el WTC se contaron 343 bomberos, 23 policías de Nueva York y 37 agentes de la Autoridad Portuaria. Sólo 20 personas pudieron ser rescatadas con vida de entre los escombros. McLoughlin y Jimeno fueron la penúltima y antepenúltima, respectivamente. Su historia es recreada por Oliver Stone en “World Trade Center”, estrenada en España hace unos días. Los protagonistas son Nicolas Cage, en el papel de John McLoughlin, y Michael Peña, como Will Jimeno.

La película comienza en la mañana del 11 de septiembre, mostrándonos la entrada en servicio de los agentes de la Autoridad Portuaria de Nueva York, para después pasar rápidamente a la acción. Los aviones colisionan con las Torres Gemelas y McLoughlin se dirige al WTC con sus hombres, entre ellos Jimeno. Mientras colaboran en las tareas de evacuación de la Torre Norte, el edificio se viene abajo y los dos hombres quedan atrapados. Todo ello en unos 22 minutos. El resto de la película se compone de la angustia de ambos, la de sus familiares y la de los equipos de rescate.

“World Trade Center” nos muestra lo mejor y lo peor de su director. En conjunto, es una película bastante normalita, con una historia simplona y un tufo patriotero bastante indigesto. El mismo tío que se lanzó a rodar documentales sobre Fidel Castro regresa al redil yanqui para hacer caja. Sin embargo, contiene algunas escenas estupendas, como el sutil plano de la sombra del AA11 sobre una fachada, el derrumbe de la Torre Norte desde dentro o el contraste entre la mañana del 11 de septiembre, con los transportes públicos a rebosar, y la del 12, con todos los asientos vacíos. De todos modos, ya digo que es una película bastante corrientilla.



Hace cinco párrafos nos hemos dejado un avión en el tintero. ¿Qué pasó con el UA93? Este avión se estrelló en un descampado, a las afueras de Pennsylvania. La versión oficial, basada en los registros de llamadas telefónicas, sostiene que los pasajeros, conocedores de los ataques al WTC, se enfrentaron a los secuestradores e intentaron tomar el control del avión, lo que provocó que se estrellase. Su historia es narrada por Paul Greengrass en “United 93”, estrenada en España a finales del pasado mes de agosto.



La película se ambienta principalmente en tres escenarios: el centro de control civil, el centro de control militar y, como no podría ser de otro modo, el avión de United Airlines. Está rodada con un estilo prácticamente documental, cámara en mano, y con un guión muy flexible. Dado que la única fuente de información son los registros de las llamadas que los pasajeros del UA93 efectuaron durante el vuelo (la recogida por las cajas negras no ha sido divulgada jamás, en un hecho sin precedentes en el ámbito de la aviación civil), el director optó por definir unas líneas generales, basadas en dichas llamadas, y a partir de ahí otorgar un margen de improvisación al reparto, compuesto por actores desconocidos y por auténticos controladores aéreos, tanto civiles como militares.

“United 93” puede resultar un poco lenta al principio, ya que se necesita tiempo para situar a todos los personajes en sus correspondientes escenarios, pero poco a poco se va incrementando el ritmo de los acontecimientos, culminando con la rebelión de los pasajeros. Al final, la película se convierte en un brillante ejercicio de suspense gracias a la tensión generada por un estilo tan dinámico, basado en un prodigio de montaje que nos da una visión muy general, ya que la acción se traslada repetidas veces del interior del avión a los centros de control aéreo, y viceversa. Hay una escena en la que el director crea tensión con una simple pantalla de radar y varios controladores contemplándola desesperados. También es bastante intensa la escena del choque del UA175 contra la Torre Sur. Los últimos minutos son realmente alucinantes, uno de esos momentos en los que no quieres mirar pero eres incapaz despegar los ojos de la pantalla.



“World Trade Center” y “United 93” son dos películas que parten en igualdad de condiciones. Se basan en un mismo hecho histórico, teorías conspiracionistas aparte (yo prefiero pasar un poco de todo eso, y recordar que hay unos 3000 muertos de por medio), y ambas poseen un final conocido de antemano por el espectador. Sin embargo, la primera aburre soberanamente, ya que va de más a menos, y la segunda engancha, ya que va de menos a más. Engancha hasta el punto de mantener atado a la butaca a un público que, repito, sabe que al final de “Titanic” el barco se hunde. En fin, un 2 claro en la quiniela.

© Zineman