[Cine] Pequeña Miss Sunshine

“Pequeña Miss Sunshine” es una historia aparentemente sencilla, protagonizada por la típica familia americana: el padre está al borde de la bancarrota; la madre está a punto de sufrir una crisis nerviosa; el hijo mayor ha hecho voto de silencio porque odia a todo el mundo, especialmente a su familia; el abuelo está de vuelta de todo y se ha dado a la heroína; y el cuñado acaba de sobrevivir a un intento de suicidio después de un desengaño amoroso. La única persona normal es la hija pequeña, Olive, que acaba de ver cumplido su sueño: clasificarse para el concurso de belleza Pequeña Miss Sunshine.
Lo que no sabe Olive es que su clasificación acaba de iniciar una reacción en cadena de consecuencias desastrosas. Los vecinos que normalmente llevan a Olive a estos concursos están ocupados el fin de semana, así que la pequeña tiene que viajar con su madre. Van dos. Sus padres no quieren hacer añicos su sueño, pero tampoco tienen dinero para pagar dos billetes de avión. Como la madre no sabe conducir la vieja furgoneta, el padre tiene que ir con ellas. Van tres. Otro problema serio es que no conviene dejar solo a un suicida frustrado, y el hijo mayor no parece la persona apropiada para cuidar de su tío, así que también se vienen. Van cinco. Sólo queda el abuelo, y cualquiera lo deja solo. Van seis, o sea, todos.
El viaje hasta California será el perfecto catalizador para que cada uno de los miembros de la familia explote, sacando a la luz todos sus tormentos. Sin embargo, también será el bálsamo que tanto necesitaban todos ellos, ya que descubrirán lo mucho que significan unos para otros, y cuánto se necesitan.

El reparto está encabezado por Greg Kinnear (el vecino homosexual de Jack Nicholson en “Mejor… Imposible”) y Toni Collette (la madre de “El Sexto Sentido”), en el papel de los padres. Paul Dano es Dwayne, el hijo mayor; Alan Arkin es el abuelo; y Steve Carell, un actor bastante famoso en la tele yanqui, es Frank, el cuñado. El papel de Olive lo interpreta Abigail Breslin, la niña que se merendaba a Mel Gibson en cada escena de “Señales”.
Lo mejor de “Pequeña Miss Sunshine” es su insultante sencillez, con un guión que permite extrapolar los problemas de la familia a la propia sociedad, lo que convierte a la película en la comedia dramática más ácida del año (y probablemente también en la más barata, con unos ocho millones de dólares de presupuesto). El padre de Olive quiere hacerse rico vendiendo un método para llegar al éxito en nueve pasos, y no deja pasar la ocasión de aplicarlo a su propia familia (se pone más pesado que los anuncios esos de la baba de caracol). El hecho de que Greg Kinnear esté doblado por José Luis Gil, el famoso Sr. Cuesta de “Aquí No Hay Quien Viva”, ayuda a que el espectador se encuentre cómodo con el personaje.
Seguimos con la disección. El cuñado se ha rendido tras un fracaso y ha intentado poner fin a su vida, lo que lo convierte en el objetivo ideal de las burlas del padre de familia:
- Con el sarcasmo, los fracasados rebajan a los triunfadores a su nivel. Paso 4 del programa.
- Vaya, has hecho que abra los ojos sobre lo fracasado que soy. ¿Cuánto te debo por esas gotas de sabiduría?
- Invita la casa.
El hijo se siente estafado por la vida y no quiere saber nada de nadie. El abuelo ha decidido que le quedan cuatro días y que le da igual todo con tal de pasárselo bien:
- Voy a buscar algo para beber. ¿Quieres algo?
- ¿Qué? Sí, tráeme porno.
- Bien.
- Tráeme algo que sea muy guarro. Nada de esa mierda retocada.
- Bien.
- Te daré… Aquí van veinte. Y cómprate algo tu también. Una revista de maricas.
- De acuerdo.

La pequeña Olive es testigo inocente del terremoto que sacude a su familia, y que culmina de la manera más insospechada con el concurso de belleza, que servirá como meta común para unir a todos los parientes, y como guinda para la ya de por sí feroz carga crítica de la película, mostrándonos sin tapujos el degradante trato que sufren las niñas durante el evento. Precisamente será el ambiente del concurso lo que haga unirse a la familia, aunque el disparo más certero lo efectuará la propia Olive, interpretando un baile diseñado por su abuelo:
- Muy bien. Pueden irse, pero con la condición de que no vuelvan a inscribir a su hija en un concurso de belleza en el Estado de California. Nunca.
- Creo que podremos vivir con eso.
“Pequeña Miss Sunshine” es una de las sorpresas más agradables de la temporada, una película capaz de revisar algunos de los problemas actuales de la sociedad, como las etiquetas, la desidia, el libertinaje o la depresión. Y todo ello en plan de cachondeo.
© Zineman
Etiquetas: Cine
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