[Cine] Primera Plana

Una de las parejas más exitosas de la historia del cine cómico es sin duda alguna la que formaron Jack Lemmon y Walter Matthau, sobre todo en aquellas ocasiones en las que actuaron bajo la batuta de Billy Wilder. Hoy recordamos “Primera Plana”, una de sus mejores películas, rodada en 1974.



Chicago, 1929. Un pobre desdichado, llamado Earl Williams, está a punto de ser ejecutado tras haber matado accidentalmente a un policía de raza negra. En condiciones normales no tendría que subir los trece peldaños que separan el suelo del patíbulo, pero las elecciones están a punto de celebrarse y el alcalde está como loco por conseguir votos, especialmente el de la población negra.

Paralelamente, el editor del “Chicago Examiner”, Walter Burns, está que trina porque su mejor periodista, Hildy Johnson, acaba de presentar su dimisión para casarse. Como no puede permitirse perder a su mejor hombre en vísperas del notición del año, intenta por todos los medios deshacer el compromiso de Hildy, pero fracasa. Sin embargo, la suerte está de su parte cuando el periodista se acerca por la sala de prensa de la prisión para despedirse de sus colegas, y el gusanillo de la profesión le empuja a escribir su último reportaje.

El reparto, como hemos dicho, está encabezado por Jack Lemmon como Hildy Johnson y Walter Matthau como su tocayo Burns. Les acompañan Austin Pendleton como Earl Williams, Harold Gould como el alcalde, y Vincent Gardenia como el sheriff. También podemos ver a Carol Burnett, ya consagrada por aquel entonces como estrella de la televisión, en el papel de enamorada de Williams, y a una joven Susan Sarandon como Peggy, la prometida de Hildy. Dirige Billy Wilder, coautor del guión con su inseparable socio, I.A.L. Diamond. Para quien se lo esté preguntando, las iniciales son una coña. Significan Interscholastic Algebra League, Liga Algebraica Interescolástica. Su nombre verdadero era Itek Domnici.



Y hablando del guión, se basa en una obra teatral escrita en 1928 por Ben Hecht y Charles McArthur, que ha conocido cuatro adaptaciones cinematográficas, de las cuales “Primera Plana” es la tercera. La primera de ellas fue “Un Gran Reportaje”, rodada en 1931. La segunda, “Luna Nueva”, llegaría en 1940, protagonizada por Cary Grant y Rosalind Russell, y dirigida por Howard Hawks. La cuarta se tituló “Interferencias”, y se rodó en 1987 con Burt Reynolds y Kathleen Turner en los papeles protagonistas, además de trasladar la acción al mundo de la televisión. Lo cierto es que la obra de Hecht y McArthur es tan buena que incluso “Interferencias” es una película entretenida.

De todos modos, lo que está claro es que “Primera Plana” es la mejor adaptación de las cuatro, y sólo “Luna Nueva” le puede hacer un poco de sombra. Wilder y Diamond son probablemente la pareja más ácida y cínica de la historia del cine cómico, y aquí radica la genialidad de su aportación al texto original. No dejan títere con cabeza, criticando el uso electoralista del sistema por parte de las autoridades, representado por la condena a muerte de Williams y la conveniente fecha de su ejecución, fijada en vísperas de las elecciones. Un juego al que se prestan también los medios de comunicación, ansiosos por aumentar su tirada, no dudando siquiera en tenderse trampas unos a otros. En resumen, “Primera Plana” es un cáustico relato, en clave de comedia, sobre la manipulación de las masas, sobre la industria de la ¿información? y sobre el sistema de la justicia.



La película cosechó un gran éxito de crítica y público, aunque hubo quien se quejó del uso de algunas palabras malsonantes y de la inclusión de un personaje claramente homosexual. Era 1974, y Wilder se aprovechaba del fin de la censura para recrudecer su retrato de la prensa, con periodistas que convierten la vida de un hombre en mercancía noticiera, un editor que los supera a todos ellos juntos, o un redactor que hace mucho más caso a su máquina de escribir que a su prometida.

Años después de su estreno, Billy Wilder sorprendió a propios y extraños afirmando que no tenía que haber rodado “Primera Plana”. Según él, la obra teatral se escribió en los años 20 para criticar los propios años 20, y “Luna Nueva” era una excelente adaptación. Sin embargo, consideraba que había sido una estupidez por su parte el haber dirigido una nueva versión, habiendo pasado ya 45 años. Al parecer, le decepcionaba la posibilidad de que “Primera Plana” fuese etiquetada como una comedia costumbrista, sin que el público reparase en toda su carga crítica o la relacionase con los años 20 y no con el momento actual. No sólo no estoy de acuerdo con él, sino que creo que a lo mejor hacía falta rodar alguna versión más, a tenor de lo que podemos ver en los medios de pseudocomunicación de los que disponemos hoy en día.

Mientras tanto, podemos deleitarnos con este prodigio cinematográfico, donde tres estrellas de la comedia nos ofrecen lo mejor de su repertorio en una película que, la verdad sea dicha, envejece estupendamente.

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