[Cine] El Mundo en sus Manos
En una época en la que el cine de aventuras se encuentra totalmente dominado, salvo honrosas excepciones, por la proliferación injustificada e injustificable de efectos especiales, no está de más echar la vista atrás y retroceder unos cincuenta y tantos años en el tiempo.
San Francisco, 1850. El capitán Jonathan Clark, más conocido como el Hombre de Boston, es uno de los marinos más intrépidos de los Estados Unidos. Para ganarse la vida no duda en conducir su goleta, la Peregrina de Salem, hasta las costas del entonces territorio ruso de Alaska, eludiendo y desquiciando a las patrulleras del zar. Últimamente ronda una idea bastante osada por su cabeza, consistente en comprar Alaska a los rusos, motivo por el cual comienza a negociar con varios banqueros de San Francisco.
Sin embargo, todos sus planes de negocio quedan a un lado cuando se cruza en su camino la condesa Marina Selanova, que ha llegado al país huyendo de su indeseado pretendiente, el príncipe Semyon. En el momento en el que el Hombre de Boston se enamora de la condesa, sus problemas con los rusos se agravan seriamente, estimulados por el “mal perder” del príncipe.
El reparto está encabezado por Gregory Peck y Ann Blyth en los papeles de Jonathan Clark y la condesa Salanova. Anthony Quinn es el Portugués, un traicionero competidor del Hombre de Boston, y Carl Esmond es el príncipe Semyon. En el papel de Ogeechuk, el simpático esquimal, podemos ver a Bill Radovich, un jugador profesional de fútbol americano, que se reparte las dosis de comedia con Anthony Quinn. Dirige Raoul Walsh (el director de cine con parche en el ojo que no es John Ford), con guión basado en la novela de Rex Beach.
Quedan para el recuerdo escenas como las diversas peleas repartidas a lo largo de la película, sobre todo aquellas que tienen lugar entre el Hombre de Boston y el Portugués, aunque quizá la escena más emocionante sea la carrera de goletas hasta las costas de Alaska, con ambos barcos como premio de una apuesta entre ambos capitanes. De este modo, Anthony Quinn le roba descaradamente el “antagonismo” a Carl Esmond, relegando las disputas con el príncipe Semyon a un discreto segundo plano, que dicho sea de paso encaja con el carácter gris del personaje. Sin embargo, un papel como el del Portugués necesita un actor que lo haga suyo, y ese es sin duda alguna Anthony Quinn.
Testimonio de una forma de hacer cine que ha conocido tiempos mejores, “El Mundo en sus Manos” se enmarca en el género de navíos y piratas que tuvo en Burt Lancaster a su máximo exponente, con películas como “El Temible Burlón” o “Su Majestad de los Mares del Sur”. En los últimos años, fracasos como “La Isla de las Cabezas Cortadas”, sinpenaniglorias como “Master and Commander” y grandes éxitos como la saga de “Piratas del Caribe” son, por decir algo, lo más parecido que podemos encontrar. Sigh...
Al compañero que nos deja para seguir su propio camino. Que la suerte le acompañe, una suerte tan grande como el vacío que deja tras de sí. De momento ya tiene el mundo en sus manos, en forma de Julia.
© Zineman
Etiquetas: Cine
3 Comentarios:
Una de mis Peliculas Favoritas de todos los tiempos, además todas las navidades la ponen en TV. Buena crítica, lejos de tu mala leche habitual....
Queluca,
de acuerdo con Porti, ya no se hacen películas como esta, un saludo.
Anthony Quinn vivió en Roma (Italia)
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