[Cine] Los Violentos de Kelly

En la crítica de “La Gran Evasión” comentaba que era una de mis películas favoritas sobre la Segunda Guerra Mundial. En concreto, ocupaba la segunda posición en mi ranking particular. Sin embargo, evitaba mencionar cuál era la primera. Hoy damos respuesta a esa pregunta.



“Los Violentos de Kelly” nos cuenta la historia de un pelotón del ejército estadounidense que combate en suelo francés. Han pasado meses desde el desembarco de Normandía, y la cosa está que arde. En medio de semejante alboroto, los soldados descubren por casualidad el emplazamiento de un cargamento de oro alemán, depositado en un banco tras las líneas enemigas. Desde ese momento, deciden aprovechar sus días de permiso para llevar a cabo una operación particular que les permita quedarse con el oro.

El reparto está encabezado por Clint Eastwood, que interpreta al Kelly del título. Le acompañan Telly Savalas, como Gran Joe, jefe del pelotón; Donald Sutherland, en el papel de Oddball, un precursor del movimiento hippie en plena Segunda Guerra Mundial; Don Rickles, como Buscavidas, el encargado de logística del grupo; y Carroll O’Connor, en el papel del entusiasta general Colt, que malinterpreta el ímpetu de sus soldados (de hecho, el título original de la película es el sarcástico “Kelly’s Heroes”).



La película está repleta de fina ironía en muchas de sus escenas: el interrogatorio al que Gran Joe somete al coronel alemán, que no entiende por qué su enemigo no le pregunta acerca de cuestiones estratégicas; el capitán Maitland recordando a los soldados que el pillaje se castiga con la muerte, mientras él se lleva un velero que ha encontrado en el pueblo; el general Colt escuchando la radio, orgulloso del “espíritu de lucha” de sus hombres; o el apresurado juicio de Oddball acerca del oficial del tanque alemán, al que tacha de fanático. Precisamente es esta escena la que pone la guinda, con ese paródico final al más puro estilo spaghetti-western, con Clint Eastwood y todo.

A pesar de que predomina la comedia suave, también hay espacio para cuestiones más serias, como la que se plantea cuando Kelly hace partícipes de su plan a los muchachos del pelotón. En principio, cuando Gran Joe se opone, los chicos argumentan que han decidido arriesgar la vida por un premio mucho más suculento que su paga regular, a lo que Joe responde que cuando están de servicio no pueden elegir, cosa que no sucede cuando están de permiso. Es una de esas situaciones en las que todos tienen razón.



Dirige Brian G. Hutton, con quien Eastwood ya coincidió en “El Desafío de las Águilas”, también ambientada en la Segunda Guerra Mundial. La película se rodó en Yugoslavia, ya que en 1970 el ejército de este país aún contaba con gran cantidad de tanques Sherman en sus filas. También se modificaron varios T-34 rusos para que se asemejaran a los tanques Tigre alemanes. La música la pone Lalo Schifrin, ese señor que ha ganado más dinero gracias a los derechos de autor del tema de “Misión Imposible” que por el resto de su trabajo. La canción que suena tres veces es “Burning Bridges”, de Mike Curb.

Entretenida como pocas, “Los Violentos de Kelly” puede no ser una gran película, pero resulta tremendamente divertido contemplar cómo un pelotón de soldados persigue un cargamento de oro y, sin pretenderlo, casi gana la guerra.

© Zineman