[Cine] Gran Torino
Walt Kowalski es un veterano de la Guerra de Corea, jubilado de la Ford y eterno cascarrabias que acaba de enviudar. Con el fallecimiento de su esposa, pocos motivos de alegría le quedan: sus hijos intentan ingresarlo en una residencia para heredar la casa familiar, sus nietos pasan olímpicamente de él (salvo la mayor, que intenta convencerlo torpemente para que le deje en herencia su coche), su salud es cada día más delicada y, para colmo, el vecindario se está llenando de inmigrantes asiáticos.
Así las cosas, los únicos placeres que se permite son la compañía de su perra Daisy y el cuidado de su coche, un Ford Gran Torino del 72. El resto del tiempo lo emplea odiando al resto del mundo, en especial a los vecinos, y a sí mismo más que a nadie, hasta que una noche sorprende al hijo de su vecina intentando robar su Gran Torino. Contra todo pronóstico, este suceso le brindará a Walt una última oportunidad de reconciliarse con la vida, y sobre todo de perdonarse a sí mismo.
La película esta protagonizada por Clint Eastwood en el papel de Walt Kowalski, rodeado por actores aficionados escogidos a propósito, con alguna licencia para improvisar. Desde la silla de director, en la que morirá con las botas puestas (esperemos que dentro de muchos años y todavía más películas), Eastwood nos regala otro de sus personajes derrotados por la realidad de la vida, continuamente amargados:
- Estuve casi tres años en Corea. Pegábamos tiros, apuñalábamos con bayonetas, matábamos a críos de diecisiete años a palazos… Cosas que recordaré hasta el día que me muera. Cosas horribles, pero con las que tengo que vivir.
“Gran Torino” es, en definitiva, la historia de un hombre que consigue una inesperada redención de última hora, venciendo sus prejuicios gracias a las personas a las que más creía odiar, y pasando de ser temido por todos a integrarse con sus nuevos vecinos, formando prácticamente parte de la familia. Tomando a su vecino bajo su tutela, intentará convertirlo en alguien de provecho, evitando que se una a una banda del vecindario.
- ¿Qué tal, Martin? Capullo italiano zumbado…
- Tacaño cabrón… Tenías que venir hoy. Ya decía yo que me iba muy bien el día.
- ¿Y eso? ¿Qué has hecho? ¿Has timado a un pobre ciego? ¿Le has dado mal el cambio?
- ¿Quién es el japo?
- Ah, es un mariquita vecino mío. Quiero ver si lo hago un hombre.
Rehuyendo la inevitable comparación con “Million Dollar Baby” (por mucho que se intente, no se puede mejorar lo perfecto), “Gran Torino” se revela como otra excelente película, en esta ocasión totalmente centrada en el protagonista y en sus relaciones con los demás, en especial el vecino y el joven sacerdote del barrio (un personaje algo intermitente, pero antagonista necesario de Kowalski para algunas escenas fundamentales). El único pero es el deficiente doblaje de varios personajes, en especial los asiáticos, que desentonan completamente con Constantino Romero (como siempre, estupendo) y con la calidad general de la película.
Ello no empaña el nuevo éxito de Clint Eastwood, que a punto de cumplir 79 años sigue conservando las ganas y el gusto por el buen cine, y compartiéndolos con todos nosotros.
© Zineman
Etiquetas: Cine
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