[IJ] En Busca del Arca Perdida
Para desarrollar la variante del arqueólogo, Lucas cuenta con la colaboración de Phil Kaufman, que propone el Arca de la Alianza como objeto central de la historia. Cuando Kaufman debe hacerse cargo de la dirección de “El Fuera de la Ley” (en la que duraría poco tiempo, debido a diferencias creativas con el protagonista, Clint Eastwood), Lucas cambia el chip. Deja al arqueólogo en la estantería y se dedica por entero a su otra opción, a la que da el título de “La Guerra de las Galaxias”. Pero esa historia ya la hemos contado en otro sitio…
Durante el estreno de la primera entrega galáctica, Lucas se toma unas vacaciones en Hawaii, en compañía de su buen amigo Steven Spielberg. Desde ese momento, ambos colaboran en el desarrollo de la idea del arqueólogo. Spielberg aconseja darle a la película un estilo parecido al de la saga de James Bond, con espectaculares escenas de acción y un ritmo frenético. También hay que darle un nombre al personaje, y Lucas decide llamarlo Indiana, igual que su perro, en el que ya se había inspirado para la apariencia física de Chewbacca, el wookie de “La Guerra de las Galaxias” (años después, esta anécdota formará parte del guión de la tercera película). En cuanto al apellido, Lucas propone Smith, pero a Spielberg no le gusta como suena y lo cambian por Jones. Lo visten con una cazadora de cuero y un sombrero Fedora, y le añaden un látigo. Acaba de nacer Indiana Jones.
Se contrata como guionista a Lawrence Kasdan, que recoge las ideas de Lucas y Spielberg en un primer borrador, aportando otras de su propia cosecha, como el personaje de Marion Ravenwood. Durante las sucesivas reescrituras del guión (llegaron a existir una media docena de versiones) se desechan varias escenas sobrantes, que finalmente encontrarán su sitio en futuras entregas de la saga de Indiana Jones.
La principal dificultad a la que se enfrentan Lucas y Spielberg es convencer a un gran estudio para que financie la película. Después de los problemas que ha tenido con la Fox durante el rodaje de “El Imperio Contraataca”, Lucas no quiere ofrecerles la posibilidad de participar en el proyecto, así que debe buscar un nuevo socio. Sin embargo, el alto presupuesto (unos 20 millones de dólares de los de entonces) espanta a la mayor parte de las productoras. Al final, Lucas y Spielberg consiguen convencer a Paramount.
Sólo queda configurar el reparto. Spielberg propone a Harrison Ford para el papel de Indiana Jones, pero Lucas no quiere convertirlo en su actor fetiche, y se niega. Se hacen pruebas con Tim Matheson, Peter Coyote, Tom Selleck y John Shea. Actores como Nick Nolte rechazan el papel. Después de mucho pensarlo, se escoge a Tom Selleck, que debe apearse del proyecto a última hora porque tiene un compromiso anterior con una cadena de televisión para protagonizar la serie “Magnum”. Spielberg vuelve a poner el nombre de Harrison Ford sobre la mesa, y esta vez Lucas accede. Los tres firman un contrato por tres películas: Ford protagoniza, Spielberg dirige y Lucas produce.
El reparto se completa con Karen Allen, que interpreta a Marion Ravenwood, una antigua novia de Indy; Paul Freeman, como René Belloq, un malvado arqueólogo rival; John Rhys-Davies, como Sallah, un amigo egipcio de Indy (papel inicialmente pensado para Danny DeVito, que se vio obligado a rechazarlo por incompatibilidades con su serie de televisión); Wolf Kahler, como el coronel Dietrich, jefe de las tropas nazis en la zona; Ronald Lacey, en el papel de Toht, un oficial de la Gestapo; y Denholm Elliott como Marcus Brody, un amigo de Indy que representa en cierto modo la figura paterna. Un villano especial es Pat Roach, el forzudo que interpreta a un sherpa nepalí y al gigantón alemán con el que Indy se pelea junto al avión nazi. Estamos en el verano de 1980, y el rodaje de “En Busca del Arca Perdida” va a comenzar.
El equipo se traslada a los estudios Elstree, en Inglaterra, los mismos en los que se rodó “La Guerra de las Galaxias”. También se recurre al mismo diseñador de producción, Norman Reynolds. En Elstree se ruedan casi todos los interiores de la película, antes de trasladarse a Túnez (sí, al mismo desierto donde se rodó “La Guerra de las Galaxias”, pero esta vez sin tormentas) para rodar las escenas “egipcias”.
“En Busca del Arca Perdida” se compone de un catálogo de escenas que han pasado a formar parte de la antología del cine de aventuras: el prólogo en Sudamérica, con el templo del ídolo y la “canica” que amenaza con aplastar a Indy; la persecución en las calles de El Cairo, con la famosísima “pelea” de Indy y el maestro del sable; la excavación, con la sala de mapas y el pozo de almas, donde se inicia la tradición de penurias a la que se ven sometidas las acompañantes de Indiana Jones (en esta ocasión se trata de serpientes); la persecución del camión en el que los nazis se llevan el Arca, después de que Indy vuele, no sin dificultad, el avión en el que pretendían sacarla de Egipto; la ceremonia en la isla, donde la ira divina hace de las suyas; y esa famosa escena final en el almacén del gobierno estadounidense, donde el Arca es “sometida a estudio por parte de un equipo de expertos”. Todo ello en forma de acción prácticamente ininterrumpida.
En lo que se refiere al trabajo de los actores, cada uno de ellos encaja en su papel como un guante. Harrison Ford consigue una excelente simbiosis con el personaje, hasta el punto de que lograr que seamos incapaces de imaginarnos a otro actor en la piel de Indiana Jones; Karen Allen está perfecta en su papel de Marion; la mirada de Paul Freeman atraviesa a Indiana Jones cada vez que le ve; y Ronald Lacey es un villano muy simpático (la escena de la percha es genial), aunque menos hablador de lo que parece, ya que sólo tiene catorce líneas de diálogo. Es más, su nombre no se menciona ni una sola vez.
Una excelente dirección artística, acompañada por estupendos efectos especiales, constituye el escenario perfecto para esta historia de aventuras, con el clásico esquema de buenos muy buenos contra malos malísimos. La última pieza de este puzzle es la archifamosa banda sonora de John Williams, una de las más pegadizas de la historia del cine. Quizá se le pueda echar en cara la presencia de algunos cabos sueltos en el guión, como consecuencia de algunas escenas eliminadas para conseguir un metraje de duración aceptable. Por ejemplo, la pregunta más frecuente que se hace el público es cómo sabe Indy que no debe mirar el Arca. En la versión completa de la escena en casa del anciano traductor, éste le advierte de que aquel que toque el Arca o mire en su interior morirá en el acto.
“En Busca del Arca Perdida” se estrenó en 1981 y fue un éxito rotundo de crítica y público. Al año siguiente recibió cuatro Oscars: mejor dirección artística, mejor sonido, mejores efectos visuales y mejor montaje. La inmensa mayoría del público la considera la mejor de la saga.
Una saga que continuaría tres años más tarde…
Próxima entrega: Indiana Jones y el Templo Maldito (15 junio)
© Zineman
Etiquetas: Cine
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