[Cine] La Milla Verde

La del año 1999 fue una de las mejores cosechas cinematográficas de la historia reciente del cine. Buena muestra de ello fueron las cinco películas que compitieron por el Oscar en aquella temporada: “American Beauty”, “El Dilema”, “El Sexto Sentido”, “Las Normas de la Casa de la Sidra” y la que hoy nos ocupa, “La Milla Verde”.

Algunos años antes, en 1994, el director Frank Darabont adaptaba un relato corto de Stephen King, “Rita Hayworth and Shawshank Redemption”, que se estrenaba con el título de “The Shawshank Redemption” y en España es conocida como “Cadena Perpetua”. Protagonizada por Tim Robbins y Morgan Freeman, la película era un drama carcelario que nos contaba la historia de Andy Dufresne, un banquero condenado por el asesinato de su esposa y el amante de ésta. “Cadena Perpetua” fue durante mucho tiempo la mejor película de la historia del cine para los usuarios de la IMDB (Internet Movie DataBase, la biblia del cine en Internet), aunque desde hace tiempo ocupa el segundo puesto, por detrás de “El Padrino”. Casi nada.

En 1999, Frank Darabont y su equipo se reunían de nuevo para adaptar otra historia de Stephen King, “La Milla Verde”, un nuevo drama carcelario, esta vez aderezado con tintes sobrenaturales. En España se editó como “El Pasillo de la Muerte”, pero después del éxito de la película se rescató el título original.



“La Milla Verde” es la distancia que recorre el condenado a muerte desde su celda hasta la silla eléctrica de la prisión de Cold Mountain. Conocida comúnmente como “la última milla”, los guardas del corredor de la muerte se refieren a ella como “la milla verde”, debido al color del suelo. Precisamente uno de estos guardas, Paul Edgecomb, es quien narra la historia en forma de flashback. Un día llega al corredor un nuevo presidiario, un gigantón de raza negra llamado John Coffey, condenado a muerte por el asesinato de dos niñas. Con el tiempo, Edgecomb irá conociendo a Coffey y empezará a albergar serias dudas sobre su culpabilidad.

Con un punto de partida tan simple como este, la trama de “La Milla Verde” se prolonga durante tres horas, que pasan volando para el espectador, aunque casi toda la acción tenga lugar en el corredor de la muerte. La película tiene el mismo estilo que “Cadena Perpetua”, pero posee la suficiente identidad propia para no dejar de ser una historia distinta. De hecho, a pesar de la gran sensibilidad de muchas de las escenas, podemos ver también una de las ejecuciones más espeluznantes de la historia del cine. Kinger than King.

El reparto está encabezado por Tom Hanks en el papel de Edgecomb y Michael Clarke Duncan como John Coffey. Los demás guardas son David Morse, Barry Pepper, Doug Hutchison y Jeffrey DeMunn, y los demás condenados a muerte están interpretados por Michael Meter, Sam Rockwell y Graham Greene. El siempre solvente James Cromwell (el capitán Dudley Smith de “L.A. Confidential”) es el alcaide de la prisión, y los únicos papeles femeninos recaen en Bonnie Hunt, como la señora Edgecomb, y Patricia Clarkson, como la señora del alcaide. Gary Sinise tiene un cameo como abogado defensor de Coffey.



Como en toda traslación de la literatura al cine, existen algunas diferencias entre el libro y la película. La más importante de ellas es que la película elimina parte del componente racista, ya que Edgecomb tiene conocimiento de lo que realmente sucedió gracias a que Coffey se lo “muestra”, mientras que en la novela lo deduce a partir de una serie de contradicciones existentes entre las pruebas, que son ignoradas a propósito por las autoridades. También se pierde algún personaje secundario, aunque se conservan muchas de sus frases, ya que son transferidas a otros que sí están presentes. Otras diferencias se quedan en mera anécdota, como el hecho de trasladar la acción de 1932 a 1935 para poder incluir las escenas de “Sombrero de Copa” sin incurrir en ningún anacronismo. Tampoco es que les preocupase mucho este aspecto, ya que en aquella época los guardas no vestían uniforme, algo que sí hacen en la película para poder transmitir una sensación más “carcelaria”.

En resumen, “La Milla Verde” es una película estupenda, donde la mayor sorpresa reside en el excelente trabajo de Michael Clarke Duncan, que transmite muchísima emoción, superando las limitaciones que teóricamente deberían venir impuestas por su físico. De hecho, su estatura parece aún mayor gracias al empleo de perspectivas forzadas (en realidad, es sólo un par de centímetros más alto que David Morse, y en la película parece que le saca una cabeza). Los productores le deben una a Bruce Willis, ya que fue quien les recomendó a Duncan, con el que había compartido cartel en “Armageddon”, cuando ni siquiera sabían por dónde empezar a buscar.

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