[Cine] Los Amigos de Peter

Como comentábamos la semana pasada, debido a los caprichos del calendario hemos vuelto a adelantar nuestra cita del lunes al viernes. De este modo, la crítica de hoy pasa de un año a otro y se convierte en el broche que cierra el año editorial 2006, coincidiendo con el 150º post de esta sección de cine, y también con nuestra 110ª crítica semanal. Aprovechando que es fin de año, mucha gente hará balance de todo lo que ha supuesto para ellos el 2006, pero yo no me voy a explayar. Hace unas pocas semanas, coincidiendo con el segundo aniversario de la sección de cine, hablé de ello en la crítica de “El Gran Lebowski”. Ha sido un año bastante duro, en gran parte por mi culpa, pero afortunadamente lo peor ha pasado y las aguas vuelven a su cauce. Pedir perdón es sólo el primer paso, y de poco sirve si después no nos esforzamos en enmendar la situación, así que lo único que quiero es mirar hacia adelante y que los demás lo sepan, para su tranquilidad y la mía propia.
Sin embargo, se me ha ocurrido aprovechar la situación para reflexionar, y de paso invitaros a hacer lo mismo, compartiendo con vosotros mis pensamientos. Pensamientos que desde hace poco albergan cierto optimismo, algo de lo que han carecido durante mucho tiempo (probablemente demasiado). Por supuesto, voy a hacerlo en clave de cine, así que la elección de la película de hoy viene totalmente condicionada por ello. Hoy vamos a hablar de esa cosa tan extraña llamada amistad. Hoy vamos a despedir el 2006 hablando de “Los Amigos de Peter”, que casualmente está ambientada en un fin de año.

Nochevieja de 1982. Peter y sus amigos representan un espectáculo de variedades en casa de sus padres. Esta noche celebran su última actuación, así que brindan por el año nuevo y por que la suerte les sonría a todos ellos cuando sus caminos se separen.
30 de diciembre de 1992. Han pasado (casi) diez años. El padre de Peter ha fallecido recientemente y su hijo ha heredado la mansión familiar. Para alegrar un poco el espíritu, Peter ha organizado una reunión del antiguo grupo de amigos. Cada uno de ellos ha seguido con su vida y trae novedades: Roger y Mary se han casado y actualmente se dedican a la composición de temas musicales para anuncios publicitarios; Andrew se ha mudado a Hollywood, donde ha tenido éxito como guionista, y acude en compañía de su esposa Carol; Sarah sigue siendo una devoradora de hombres, así que se ha traído a Brian, su última “víctima”; y Maggie es la inocente del grupo.
A medida que avanza la velada, irán surgiendo las tensiones entre los miembros del grupo, ya que cada uno de ellos ha arrastrado sus problemas personales hasta la mansión de Peter: uno de los gemelos de Roger y Mary ha fallecido hace poco, lo que ha convertido a Mary en una madre sobreprotectora con su otro hijo, sumida en una permanente crisis de ansiedad que amenaza seriamente su matrimonio con Roger; Andrew odia su estilo de vida en Hollywood, que lo empujó al alcoholismo y posteriormente a ingresar en Alcohólicos Anónimos, además de arrepentirse de haber abandonado a su amigo Peter; Sarah empieza a comprender que destrozar familias no es forma de ir por la vida; y Maggie, desesperada por encontrar al hombre de su vida, ha puesto sus ojos en Peter.
Todos estos conflictos suceden bajo la atenta y disgustada mirada de Vera, el ama de llaves, y echan por tierra las previsiones de Peter, cuya intención no era otra que revivir los viejos tiempos en compañía de sus mejores amigos, para después hacerles una sorprendente revelación. Precisamente dicha revelación será la única forma de restablecer la paz.
El grupo de amigos está encabezado por Stephen Fry (el Gordon Deitrich de “V de Vendetta”) en el papel de Peter. Hugh Laurie (alias Dr. Gregory House) e Imelda Staunton interpretan a Roger y Mary. Kenneth Branagh y Rita Rudner son Andrew y Carol. Alphonsia Emmanuel y Tony Slattery interpretan a Sarah y Brian. Emma Thompson y Phyllida Law, por aquel entonces esposa y suegra (la verdad es que son como dos gotas de agua) de Kenneth Branagh, son Maggie y Vera. Dirige el propio Branagh, con guión de la propia Rita Rudner.

“Los Amigos de Peter” es una comedia dramática sobre la amistad. Sobre cómo surge, cómo evoluciona y cómo nos complica la existencia, ya que los amigos son la gente con la que compartimos nuestra vida, nuestras alegrías y nuestras tristezas, lo que los convierte en la fuente o el objetivo más común de problemas y enfados. Lógicamente, si los amigos son la gente más cercana a nosotros, la teoría de la probabilidad dicta que se verán implicados en la mayor parte de nuestros problemas. Esto también se puede aplicar a la familia, pero la gran diferencia es que los parientes nos vienen dados de nacimiento, mientras que a los amigos los podemos elegir libremente.
Pero, por encima de todo, “Los Amigos de Peter” trata sobre la perdurabilidad de la amistad. Sobre cómo, sin importar lo graves que sean, muchos problemas son superados, algunas veces a pesar de los amigos y en la mayoría de los casos gracias a ellos. Sobre cómo, sin importar lo mala que sea la situación, hay amigos que son para toda la vida, y ese es un hecho que se acaba imponiendo, a veces contra toda lógica, porque lo que une a los amigos es mucho más de lo que los separa. La alegría de uno de ellos es compartida por todo el grupo, y el dolor de cada uno es también el de todos. La amistad es un círculo imperfecto (como todo en esta vida), al igual que la película, cuya última escena enlaza directamente con la primera, con Peter y sus amigos rememorando la actuación de la Nochevieja de 1982. Sí, sí, imperfecto. De hecho, el eslogan de “Los Amigos de Peter” reza: “Una película a propósito del amor, la amistad y de algunas otras catástrofes naturales”.
La película se basa en un guión aparentemente sencillo en el que se puede leer entre líneas todo lo anteriormente expuesto, interpretado con mucho cariño por un reparto muy compenetrado, y aderezado con una excelente y variopinta banda sonora: Tears For Fears, Nina Simona, Queen, Bruce Springsteen, The Pretenders, Eric Clapton, etc. Imprescindible.
Mención especial merece la secuencia de los créditos iniciales, en los que se recorre el período 1982-1992: la Thatcher, el comecocos, la Guerra de las Malvinas, el break-dance, Ronald y Nancy Reagan, los Juegos Olímpicos de Los Angeles, Yasser Arafat, la sucesión de tres líderes soviéticos antes de la caída de la URSS, Michael Jackson (¡cuando aún era negro!), Rock Hudson antes convertirse en el primer famoso fallecido a causa del SIDA, las manifestaciones a favor y en contra del aborto, el Papa Juan Pablo II, el ayatolah Jomeini, Imelda Marcos, la subasta récord de “Los Girasoles” de Van Gogh (40 millones de dólares en 1987), la irrupción del aerobic, los principios de la telefonía móvil, George Bush padre en la Casa Blanca, la catástrofe ecológica causada en Alaska por el petrolero Exxon Valdez, los sucesos de la Plaza de Tiananmen en Pekín, la caída del Muro de Berlín, la liberación de Nelson Mandela y su ascenso al poder en Sudáfrica, los “Versos Satánicos” de Salman Rushdie, la primera Guerra del Golfo, John Major en Downing Street. Una serie de escenas muy significativas para los que hemos crecido durante los 80.

Escenas que constituyen el preámbulo perfecto para una sincera historia sobre la amistad, sobre todo lo bueno y lo malo que representa, y sobre la necesidad y la suerte que tenemos de quedarnos casi siempre con lo bueno. Amén.
A los amigos. Se puede vivir sin ellos, pero entonces la vida no merecería la pena.
Gracias por estar ahí y por vuestra paciencia, apoyo y comprensión.
Feliz Año Nuevo 2007.
© Zineman
Etiquetas: Cine
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