[Cine] El Gran Lebowski

Jeffrey Lebowski, popularmente conocido como “El Nota”, es un vividor. No tiene empleo, y se pasa el día jugando a los bolos con sus amigos Walter y Donnie, con los que forma un equipo que compite en la Liga. Lleva una vida tan sencilla que el narrador no sabe cómo describirla:
- A veces hay un hombre que es el hombre de ese momento y ese lugar. Está en su sitio. Y ese es “El Nota”. En Los Angeles. Y aunque sea un auténtico vago, y “El Nota” ciertamente lo era, seguramente el hombre más vago del condado de Los Angeles, lo cual le convierte en favorito al título de hombre más vago del mundo. Pero a veces hay un hombre… a veces hay un hombre… Vaya, he perdido el hilo. ¡Pero qué demonios, ya lo he presentado bastante!
La pacífica existencia de “El Nota” se ve alterada un día como otro cualquiera, cuando regresa a casa y se encuentra con dos matones que le están esperando. Al parecer, son enviados de Jackie Treehorn, el famoso magnate del cine porno, y le exigen el pago de la deuda contraída por su esposa Bunny. Para demostrarle hasta dónde están dispuestos a llegar, orinan en la alfombra de su recibidor.
El problema radica no sólo en que “El Nota” no tiene un níquel, sino en que además ni siquiera está casado. Lo que sucede es que lo han confundido con otro Jeffrey Lebowski, de profesión millonario, cuya esposa se dedica a ir por la ciudad dejando unos cañones más grandes que los de Navarone. Con sus sentimientos profundamente heridos por la pérdida de su alfombra, “El Nota” se presenta en casa de su tocayo para exigirle una indemnización. Al fin y al cabo, era a él a quien estaban buscando los “meapisos”, ¿no?

A partir de ese momento, la trama se empezará a complicar cada vez más. “El Nota” tendrá que actuar como mediador en un secuestro; conocerá a Maude Lebowski, la hija de su tocayo, una artista que no parece estar en sus cabales; le robarán el coche; será perseguido por una banda de aviesos nihilistas; se las verá cara a cara con Jackie Treehorn; y, por supuesto, tendrá que seguir jugando la Liga de Bolos, entre otras muchas cosas.
- Mira, este es un caso muy complicado. Tiene sus más y sus menos. Afortunadamente, estoy siguiendo un régimen de drogas bastante estricto para mantener la mente… ya sabes, ágil…
El reparto está encabezado por Jeff Bridges, en el papel de “El Nota”. Le acompañan varios amigos de los Coen, como John Goodman y Steve Buscemi, que interpretan a Walter y Donnie, o John Turturro, que tiene uno de los personajes más graciosos de la película, el portorriqueño Jesús Quintana. David Huddleston es el otro Lebowski, Julianne Moore es su hija Maude, y Philip Seymour Hoffman es Brad, el asistente personal del millonario. Al frente de la banda de malvados nihilistas podemos ver a Peter Stormare, el Satán de “Constantine”.
“El Gran Lebowski” es una comedia totalmente surrealista, en la que cada situación, por muy absurda que parezca, termina llevando a otra que lo es todavía más. Hacia la mitad de la película, “El Nota” nos recuerda cómo empezó todo:
- Podía vivir tranquilamente con una mancha de pis en la alfombra…
En lugar de eso, “El Nota” se ve atrapado en una intriga que combina extorsión, traición, engaño, chantaje, sexo, drogas y sobre todo bolos, muchos bolos. Por supuesto, “El Nota” contará con la inestimable ayuda de su amigo Walter, un veterano de guerra obsesionado con el Vietnam. A medida que avance la película, demostrará que no hay nadie mejor que él para complicar aún más las cosas.
- Bien. Lo que tenemos que hacer es rescatarla. Seguimos según lo planeado, y nos quedamos con el donativo.
- Sí, estupendo, pero no me has contado cómo vamos a rescatarla. ¿Dónde está?
- Esa es la parte sencilla. Hacemos la entrega, agarro a uno y se lo saco a hostias, jejeje. ¿Eh?
- Ya. Un fantástico plan. Walter, es de un ingenio acojonante. Perfecto. Funcionará como un reloj suizo.
- Eso es. Su belleza radica en su sencillez. Si el plan fuese demasiado complicado, podría fallar todo. Si hay algo que aprendí en Vietnam…
Claro que las cosas no siempre salen según lo planeado:
- ¿Dónde es el intercambio?
- No hay intercambio. En el puente de madera tiramos el dinero desde el coche.
- ¿Eh?
- Tiramos el dinero con el coche en marcha.
- No podemos hacer eso. Nos jodería los planes.
- Pues llámalos y se lo explicas, Walter. Tu plan es tan sencillo que seguro que lo entenderán. En eso radica su belleza.

El guión está repleto de diálogos como este, lo que convierte a “El Gran Lebowski” en una de las comedias más originales y divertidas de la década de los 90, con el sello personal de los Coen. El otro punto fuerte de la película son las interpretaciones de Jeff Bridges y John Goodman, sin olvidar el breve pero intenso trabajo de John Turturro en el papel de Jesús Quintana, cuya primera escena es realmente memorable.
Durante los ocho años que han pasado desde su estreno, no son pocos los seguidores de los Coen que han pedido a gritos una segunda parte de las andanzas de “El Nota”. Lo cierto es que esta posibilidad no ha figurado nunca en los planes de los dos hermanos, pero de ilusión también se vive, ¿no?
Bien, amigos, con esto concluye nuestra 102ª crítica, en la semana en que cumplimos dos años en la red. Para mí, esta sección de cine representa más que una ventana desde la que hablar sobre una de mis mayores aficiones. JeSúS Club ha sido (y sigue siendo) refugio en tiempos difíciles. La verdad es que los últimos meses han sido especialmente duros, y Jesús puede dar fe de ello.
No estoy hablando de temas profesionales, como sucedió aquel día en que publicamos la crítica de “Chicago”. A pesar de que algunos no se lo acaben de creer, aquel texto llevaba varias semanas escrito, y sólo tuve que añadir un prólogo y una conclusión que me permitieran adaptarlo a la situación de aquel momento. Como no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante, el responsable de todo aquello se ha empeñado en convertir mis esperanzas en vaticinios. Tanta gloria lleves como paz dejas.
No, me refiero a otros problemas, de índole puramente personal, algunos de ellos surgidos por mi culpa. El caso es que se me juntó todo, como se suele decir. Jesús sabía que lo estaba pasando realmente mal, y que esta sección era una de las pocas cosas que me mantenían a flote, que me permitían aislarme momentáneamente del mundanal ruido. Hoy parece que las aguas van volviendo poco a poco a su cauce, y me encuentro algo más tranquilo, aunque agotado. En este segundo aniversario no tenemos exorcista, pero a mí me han sobrado los demonios.
Mientras la tormenta arrecia sigo escribiendo, y con más ahínco si cabe. Ojalá estos dos años se conviertan en tres, los tres en cinco, y los cinco en cincuenta. Es reconfortante saber que hay alguien al otro lado de la pantalla, alguien que desperdicia unos minutos de su vida interesándose por lo que tienes que decir.
Por todo ello, muchas gracias, Jesús. Muchas gracias a todos.
© Zineman
Etiquetas: Cine
1 Comentarios:
Gracias a ti Zineman, y disculpa la tardanza en la publicacion esta semana.
Un abrazo y que dure JeSúS Club y nuestra colaboración!
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