[Cine] Juno

Juno MacGuff es una joven de 16 años que vive tranquilamente con su padre, su madrastra y su hermanastra. Acude al instituto como una alumna más, y se divierte con sus amigos. Muchos la consideran una chica un poco rara, pero eso es algo que a Juno le da absolutamente igual. Además, está preparada para convertirse en una persona “sexualmente activa”, una etiqueta que no le acaba de convencer, pero eso también le da igual. Así las cosas, Juno tiene su primera experiencia sexual con un compañero de clase, Paulie Bleeker, y queda embarazada sin pretenderlo. Esto NO le da igual.
A partir de ese momento, Juno se enfrentará a varias situaciones totalmente nuevas para ella: la visita a una clínica abortista, la revelación del embarazo a sus padres, la decisión de tener el niño y darlo el adopción, la elección de los futuros padres adoptivos, sus encuentros y desencuentros con Paulie, y por supuesto la rutina de todo embarazo, con ecografías, cambios de talla y el consabido parto. Todo ello estructurado en cuatro estaciones, de otoño a verano.
El reparto está encabezado por Ellen Page (la Kitty Pryde de “X-Men: La Decisión Final") en el papel de Juno, acompañada por J.K. Simmons (el J. Jonah Jameson de “Spider-Man”) y Allison Janney (a la que muchos situaréis en “El Ala Oeste de la Casa Blanca”) como su padre y su madrastra. Jennifer Garner y Jason Bateman, a los que hace poco pudimos ver en “La Sombra del Reino”, vuelven a compartir cartel para interpretar a los felices padres adoptivos. Todos ellos aparecen perfectamente etiquetados en el poster de la película: el pasota, la ingenua, el del desliz, la confidente, el incondicional y, por supuesto, Juno. Dirige Jason Reitman (hijo del famoso Ivan Reitman, director de “Los Cazafantasmas”, entre otras), con un excelente guión de Diablo Cody (cuidado con el nombre, es una mujer).
“Juno” condensa en una escasa hora y media temas tan peliagudos como la educación sexual, el embarazo adolescente, el aborto o la adopción, y lo hace con una naturalidad y un desparpajo insultantes. La protagonista asume su embarazo con tranquilidad y resignación, e intenta afrontar la situación de la forma más sensata y resolutiva posible, sin perder su buen humor y su característico sarcasmo. El plan es sencillo: tener el niño, darlo en adopción y seguir con su vida como si nada hubiese pasado. Sus padres deciden que en el fondo es una buena noticia, ya que se está hablando de crear una vida y ayudar a una pareja que quiere pero no puede tener hijos, así que en vez de armar un escándalo cierran filas en torno a Juno desde el primer momento, y no dudan en ayudarla en todo lo que sea menester. Baste como muestra la escena de la ecografía, en la que la madrastra de Juno amenaza con sacar sus uñas a paseo para defenderla.

Sin embargo, no todo serán facilidades para la joven, ya que la pareja elegida para adoptar el bebé no resultará ser tan perfecta como parecía, poniéndola en un auténtico brete. Estamos, por lo tanto, ante una comedia muy seria que elude cualquier tendencia a la ñoñería o al tremendismo, narrada con muchísima inteligencia y con unos personajes dibujados a la perfección. El guión de Cody combina estupendamente las situaciones cómicas con momentos más sentimentales y algún que otro dilema bastante trascendental.
Pero la gran joya de la película es la increíble interpretación de Ellen Page, que plasma en la pantalla todos los matices de un personaje tan difícil como Juno. En cierto modo, la gestación del hijo que crece en su interior transcurre paralela al propio crecimiento de Juno como persona, de forma que al final de la película descubre qué personas, de entre todas las que la rodean, merecen realmente la pena. Desde este punto de vista, el embarazo no es el centro de atención de la película, sino el punto de partida de la historia y el desencadenante de la evolución de Juno, quedando relegado a un relativo segundo plano tras los primeros minutos de película. La película reflexiona sobre las relaciones humanas, no sobre cuestiones tan glucémicas como la condición de “lo más bonito del mundo” que se atribuye comúnmente a los niños, o lo maravilloso que es un embarazo (que le pregunten a las mujeres que hayan pasado por él, o mejor aún, a las que ahora mismo lo estén pasando). Como digo, en este caso la “excusa” para reflexionar es un embarazo, del mismo modo que podría haber sido un fallecimiento, un matrimonio o un premio de lotería.

Aunque la sola presencia de Ellen Page hace que merezca la pena pagar la entrada, los demás actores la arropan igual que sus personajes a Juno. Mención especial merecen J.K. Simmons y Allison Janney, que sacan petróleo de cada escena en la que participan, y Jennifer Garner, que nos sorprende gratamente con un papel muy distinto de aquellos a los que nos tiene acostumbrados. Incluso el maquillaje cumple perfectamente su función, hasta el punto de que la protagonista parece estar realmente embarazada.
En resumen, estamos ante una de las películas más inteligentes del año, que aspira a cuatro premios Oscar: película, director, actriz y guión. Atentos, porque no sería nada extraño que se llevase estos dos últimos, sobre todo el de guión. Hay quien ve en “Juno” a la “Pequeña Miss Sunshine” de este año, no sin razón. Desde aquí le deseamos que tenga toda la suerte del mundo, porque sin duda se la merece.
© Zineman
Etiquetas: Cine
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